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Sin escrito no hay réplica

Actualizado: 18 may 2021

No debemos ser una cooperativa de votos para los políticos. El objetivo de esta narrativa es describir comportamientos y acciones sobre el voto y los agentes culturales que componemos la política. La lógica de la demagogia es la embriaguez contra el ser humano sin defensa por la cultura de los dominantes. Esta lógica que copia posturas de estructuras dominantes no deja de ser un recurso razonable para fomentar las nuevas posturas de sometimiento en nombre de la cultura opresora. Lo que se quiere manifestar es que, si en el discurso se dice una cosa, y en la práctica de los hechos se confirma el actuar de patrones de dominación, de nada sirve la palabra sin cumplimiento en lo concreto.


¿Hasta dónde es viable que el pueblo se saque los ojos por la postura de un candidato?, ¿Qué gana el pueblo al final?



Leamos el micro cuento para complementar la lectura:

Los chilalos y los pericos
Cuentan que a una semana de llegar el invierno un chilalo empezó a construir su ollero de barro junto a su chilala. El esfuerzo fue tal que en pocos días concluyeron su objetivo. Luego del trabajo, los chilalos adultos decidieron ir por su familia para ocupar el ollero de barro que con tanto amor y sacrificio se había construido. La sorpresa fue grande para la pareja de chilalitos, dado que para su regreso, una familia de pericos (loros) ya habían invadido su ollero. Mirando tal situación los chilalos y sus chilalitos ahí presentes se dijeron: ¡ nadie sabe para quién trabaja! ¡ pero el justo y el honrado siempre será justo y honrado! Al final la chilala se manifestó ¡vamos que el mundo es pequeño, que para aquel que abusa del menos humilde, algo guardado le espera en su caminar, al final todos somos arrieros y en el camino nos encontramos! Con esas palabras la familia de chilalitos, avisando con su canto que ya son las 12 del medio día, se fueron felices, a construir un nuevo ollero en otro lugar de la selva de la vida. La moraleja piénsela usted.

Allan Percy reflexiona que el ser humano es ante todo un animal que juzga. Por lo tanto, el objetivo de hacer uso de la razón por medio de la meditación ayuda como alivio al temor del engaño y las frustraciones del ser humano hecho para otras personas. No debemos ser cooperativa o acumulación de beneficios personales para los políticos, ni mucho menos para políticos improvisados y oportunistas. El presente de la vida cotidiana se mueve con la política, y para que la política tenga contacto con el mundo concreto necesita al sistema del voto por elección, y a las personas para hacer existente el llamado mundo de representados y electores. Sobre lo dicho haremos posible esta narrativa.


La sociología espontánea hace del voto y el elector un fácil instrumento para cargar emociones y pasiones por una definida postura política u opción. Lo que se tiene que considerar, es que a esa acción sociológica espontánea lleva al error ingenuo del elector. El voto en muchos casos, solo es visto como un acto simple de cumplimiento cívico, o en el peor de los casos, se trata de una obligación impuesta por los sistemas democráticos para llevar a cabo un juego político. Entonces, se puede decir que a estas alturas el concepto y la acción del voto no se esté tomando con responsabilidad tanto por quien lo emite como por quien es elegido. Por supuesto toda persona que vive y se relaciona en la vida cotidiana e interactúa con la problemática de su sociedad ya hace política indirectamente o directamente; en resumen, no existe ese vocablo de no hago política.


¡Las limosnas no se conocieron, sin antes existir un opresor!

¡Debemos saber que hay pueblitos en América Latina dependientes de que aún el café se quede servido en la mesa junto al pan que se suponía iba a ser para los pobres!


¿Qué tipo de candidatos y electores se pueden ver? Electores tenemos los inocentes, los electores desafectos; los críticos y los interesados, oportunistas y el mediocre.


Prosiguiendo, hay los candidatos demagogos o politiqueros; los candidatos que postulan sin saber nada o siendo iletrados que falsifican sus hojas de vida; candidatos con procesos judiciales abiertos; un grupo de candidatos plata que gasta muchos millones, a veces de dudosa procedencia, y los candidatos con buenas intenciones pero que no tienen equipo y no saben cómo hacerlo. Quizá nada se avanza cuanto afianzar confianza al pueblo, cuanto al respeto del voto. Por lo tanto, no somos una cooperativa de votos para los políticos viene con razón a crítica reflexiva, frente a la ola de individuos que se muestran desafiantes y que balbucean idean ingenuas, que nada tienen a ver con la realidad; más son apariencia y discurso.


Llamaremos apariencia a toda aquella forma de simulación de lo real dentro de lo que se quiere manifestar. Entonces, si bien las manifestaciones son posibles mediante las acciones naturales y la expresivas, pues es más que seguro que nuestro censo común nunca nos va a advertir que detrás de la apariencia existe todo un circo armado que muchas de las veces solo son ideas falsas emitidas. Discurso es el lenguaje orquestado, su pretensión única es el convencimiento por medio del uso de emociones, inquietudes y sobre todo hacer del habla una garantía para cumplir con sus necesidades más inmediatas de quien la emite. En estos tiempos no hay territorio que escape de los discursos curativos propuestos por la lengua del fetiche y mercader político demagogo.


¡La expresión necesidad, no solo es opresora, más convierte a los seres humanos en objetos pasivos de valor de uso, y luego pasa al desuso!


¿Qué significa un voto ?


En las lecturas de Marcus Figuereido el voto tendría dos significados. Primero, se

muestra como unidad destinada a ser contabilizada para algún candidato de un partido, siendo guiado por reglas internas de identidades superiores. Segundo ese simple gesto se convierte en una declaración de bondad, de aspiración o deseo de ver realizar un objetivo u otros relacionados a esas voluntades humanas por medio del voto.

¿Qué fuera de la política si no hubiera la desigualdad, o los intereses sociales?


Entonces dada la exigencia de las cosas los políticos, sea para alcaldes o cargos de gobierno, tienen que estudiar o mínimamente entrenar y acercarse al campo donde la pobreza y las desigualdades viven y reinan. Parecemos pesimistas, pero un político que dice: yo conozco la realidad de mi país porque solo en campaña lo recorrí, o escuché las voces de los seguidores, no es suficiente. Si bien alguien ya dijo que somos animales políticos, y compartimos la idea, no compartimos que cualquiera puede ser político.


El Perú como ejemplo no tiene ese deslinde entre lo que no es posible para un candidato hacer, se vive en la escuela donde todo de dice y poco se hace. La doctrina política es la demagogia y la charlatanería, y la politiquería de los sabios ingenuos. La terquedad de querer postular a la vida política es como ir a sembrar papas en nuestra chacra. Eso tiene que acabar. Hay una vieja frase los campesinos al poder, o los indígenas al poder, claro suena lindo, pero qué tipo de campesinos, o qué líderes indígenas vamos a llevar al poder. Eso falta preguntarse también.


Entonces queda desde ya saber que no es un juego ni obra de arte poder decir yo quiero representar, e ir así por así a la suerte. La vida política no debería ser improvisaciones. Debería ser como un alumno universitario que va a defender sus tesis para graduarse como profesional, el candidato debe prepararse estudiar, investigar junto a sus técnicos, escribir él mismo el plan de gobierno no mandar a que otros lo hagan. La ciencia política no es superstición, es argumentación concreta. No debemos de ser una cooperativa de votos, ni tampoco los mansos que dicen que somos para los políticos tradicionales, demagogos, arribistas y más. El voto que se emite no debe ser para aumentar las arcas de dinero para los que ya lucran, o para empezar a acumular riqueza de los que recién llegan.


Las experiencias nos dicen que no hay porque meter las manos al fuego por ningún candidato político. El texto por lo general quiere decir dos cosas bien puntuales. (a) Para el político el voto tiene escalas de uso; (b) como electores también se esta clasificado en escalas de valor y de uso; y (c)al reflexionar el valor del voto en sí, y nuestro cumplimiento responsable estaremos en camino de estar pendientes, o algo listos para enfrentar cualquier hecho no esperado por el candidato elegido. Es como decir, no uses el corazón para la política, usa la razón, porque al final frente a cualquier incumplimiento, quien se reniega y se frustra es el votante.


Concluyo, pensando en que quizás empecemos a analizar al título del micro cuento, y ver qué tan cierto es eso de que nadie sabe para quién trabaja; o que en última instancia el vivo vive del trabajo ajeno, y el trabajador honrado vive solo de su trabajo


¡Sin escritura no hay esperanza a que un día llegue la réplica!


Referencias


ALLAN, Percy. (2011) Nietzsche para estressados. Rio de Janeiro.Sextante.


ALBERCA, Hilder. (2019) El Huancabambino pensando el presente y el porvenir. Lima. Heraldos Editores S.A.C.


BOURDIEU, Pierre. (2004) Ofício de Sociólogo. Jean Claude Chamborendon; Jean Claude Passeron. Petrópolis. Vozes.


FIGUEREIDO, Marcus. (2008) A decisao do voto: democracia e racioanalidade . Wanderley Guilherme dos Santos. Belo Horizonte: Editora UFMC.




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