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Bactericera cockerelli enHuancabamba-Piura-Perú



Jesús Zurita Bermeo[1]



RESUMEN

El estudio tiene por objetivo hacer un estudio Bactericera cockerelli en Huancabamba –Piura-Perú. En setiembre del 2021 los productores de papa del caserío Quispampa Bajo la Provincia de Huancabamba lograron ver cambios fisiológicos en sus cultivos sin preocupación alguna al momento de la cosecha se dieron cuenta que los tubérculos estaban muy pequeños. Es cuando nace la preocupación de dar aviso a la entidad encargada SENASA para que visiten los campos. La metodología de este ensayo se encuadra en un enfoque cualitativo, y trabajo de campo en territorio de Huancabamba. Gran curiosidad con el insecto aún no identificado se recolectaron varias muestras y fueron enviadas hacia los laboratorios en Lima para su investigación minuciosa dando como resultado que se trataba del psilido de la papa (Bactericera cockerelli).


INTRODUCCIÓN

Desde esos días existió gran preocupación en mitigar esta plaga, pero sin resultado alguno las perdidas continuaban siendo del 100 % en la zona con más incidencia. Los productores enérgicamente pedían a las autoridades competentes la inmediata intervención y el apoyo respectivo en la zona. Para octubre del 2021 ya se expandió en las partes bajas y medias de los distritos de Sondorillo, Sondor, El Carmen de la Frontera ocasionando grandes pérdidas. En noviembre SENASA designó personal técnico para iniciar acciones de vigilancia, control, monitoreo, prospección y delimitación del insecto. En diciembre del mismo año llega a las partes más altas de la provincia hasta los 3000 m.s.n.m pero las poblaciones del insecto son muy bajas es por ello que no existió pérdidas considerables a esa altitud. El insecto se refugiaba en el envés de la hoja y en el tercio inferior de la planta para cubrirse del frio y lograr sobrevivir. Para inicios del 2022 se inician capacitaciones y reuniones con productores para la formación de la mesa técnica y articulación de las entidades competentes. Para mayo del 2022 ya los agricultores logran adquirir productos químicos con efecto tras laminar y de contacto utilizados para picadores chupadores teniendo ya algunos resultados favorables en la producción, junto a ello el manejo cultural, trampas amarillas, eliminación de malezas hospederos. En agosto de este año el INIA, SENASA y el CIP empezaron sus implantaciones de parcelas demostrativas para continuar con las investigaciones. Ante la confirmación de la presencia se atribuye al rápido desarrollo y adaptabilidad por las condiciones climáticas. Seguramente el insecto logro ingresar a través de la frontera norte del distrito Carmen de la Frontera atreves del viento y su avance de hospedero en hospedero de una zona de menor infestación a otra de mayor infestación. En la actualidad continúan las investigaciones y ensayos para lograr conseguir estrategias para el control integrado.

1. Taxonomía del insecto

Hemiptera: Triozidaes (CAB International, 2015) ; Orden Hemiptera ; Suborden Homoptera ; Superfamilia Psylloidea; Familia Triozidae; Género Bactericera(=Paratrioza); Especie cockerelli cockerelli (Sulc); Nombre de la plaga Bactericera cockerelli (Sulc) 1909; Sinonimo Paratrioza cockerelli (Sulc)

2. CICLO BIOLÓGICO

2.1. Descripción Huevecillos. De forma ovoide, de color anaranjado-amarillento, corion brillante, presentan en uno de sus extremos un pequeño filamento, con el cual se adhieren a la superficie de las hojas (Marín, et al., 1995), depositados por separado, principalmente en el envés de la hoja y por lo general cerca del borde de la misma (CAB, 2015).



Figura 1. Huevos Fotografía: Jesús zurita


Estadíos ninfales. Presenta cinco estadíos con forma oval, aplanados dorso-ventralmente, con ojos bien definidos. Las antenas presentan sencilias placoides (estructuras circulares con función olfatoria), las cuales aumentan en número y son más notorias conforme el insecto alcanza los diferentes estadíos. El perímetro del cuerpo presenta estructuras cilíndricas que contienen filamentos cerosos, los cuales forman un halo alrededor del cuerpo (Marín, et. al., 1995).

■ Primer estadío. Las ninfas presentan una coloración anaranjada. Las antenas presentan los segmentos basales cortos y gruesos y se van adelgazando hasta finalizar en un pequeño segmento con dos setas sensoras; ojos notorios tanto en vista dorsal como ventral con una tonalidad anaranjada. Tórax, con paquetes alares poco notables. La segmentación en las patas es poco visible. La división del cuerpo no está bien definida (Marín, et. al., 1995).

Segundo estadío. A partir de este estadío, se aprecian claramente las divisiones entre cabeza, tórax y abdomen. La cabeza presenta un matiz amarillento, las antenas son gruesas en su base y se estrechan hacia su parte apical presentando en estas dos setas sensoras. Los ojos presentan un color anaranjado oscuro. El tórax es de color verde-amarillento y los paquetes alares se hacen visibles; la segmentación en las patas se hace notoria. Tanto el tórax como el abdomen incrementan su tamaño y con esto las diferentes estructuras contenidas en ellos. El abdomen presenta una coloración amarilla, y se aprecia un par de espiráculos en cada uno de los cuatro primeros segmentos (Marín, et. al., 1995)

■ Tercer estadío. En éste, la segmentación entre cabeza, tórax y abdomen es notoria. La cabeza es de color amarillo, las antenas presentan las mismas características que el estadío anterior. Los ojos presentan una coloración rojiza. El tórax, presenta un tono verde-amarillento y se observa con mucha facilidad los paquetes alares en mesotórax y metatórax. El abdomen es de color amarillo (Marín, et. al., 1995). Figura 5. Cuarto estadío de B. cockerelli. Fotografía: Antonio Marín.

■ Cuarto estadío. La cabeza y antenas presentan las mismas características del estado anterior. El tórax es de color verde-amarillento, la segmentación de las patas está bien definida y se aprecia en la parte terminal de las tibias posteriores, los segmentos tarsales y un par de uñas; estas características se aprecian fácilmente en ninfas aclaradas y montadas. Los paquetes alares están bien definidos. La coloración del abdomen es amarilla y cada uno de los cuatro primeros segmentos abdominales presenta un par de espiráculos. La separación entre el tórax y el abdomen es notoria (Marín, et. al., 1995).

■ Quinto estadío. La segmentación entre cabeza, tórax y abdomen está definida. Tanto la cabeza como el abdomen presentan una coloración verde claro y el tórax una tonalidad un poco más oscura. En la cabeza, las antenas están seccionadas en dos partes por una hendidura marcada cerca de la parte media; la parte basal es gruesa y la parte apical filiforme presentando seis sencilias placoides visibles en ninfas aclaradas y montadas. Los ojos adquieren un color guinda. El tórax presenta los tres pares de patas con su segmentación bien definida y la parte terminal de las tibias posteriores presentan las características anteriormente señaladas. Los paquetes alares están claramente diferenciados, sobresaliendo del resto del cuerpo. El abdomen es semicircular y presenta un par de espiráculos en cada uno de los cuatro primeros segmentos (Marín, et. al., 1995). Adulto. Al emerger el adulto presenta una coloración verde-amarillento; es inactivo y de alas blancas que al paso de 3 o 4 horas se tornan transparentes (se conoce como adulto teneral). La coloración del cuerpo pasa de ligeramente ámbar a café oscuro o negro; este cambio se presenta en los primeros 7 a 10 días de alcanzar este estadío (se tienen datos que la coloración cambia cuando el adulto se aparea. Cabeza: 1/10 del largo del cuerpo, con una mancha de color café que marca la división con el tórax, ojos grandes de color café y antenas filiformes. Tórax: blanco amarillento con manchas café bien definidas, la longitud de las alas es aproximadamente 1.5 veces el largo del cuerpo, venación propia de la familia (Marín, et. al., 1995).



Figura 2. Adulto fotografía: Jesús zurita


Adulto hembra. Abdomen con cinco segmentos visibles más el segmento genital, este es de forma cónica en vista lateral, en la parte media dorsal se presenta una mancha en forma de “Y” con los brazos hacia la parte terminal del abdomen (Marín, et. al., 1995).



Figura 3. insecto hembra: Jesús zurita


Adulto macho. Con seis segmentos visibles más el genital, este último segmento se encuentra plegado sobre la parte media dorsal del abdomen; al ver este insecto dorsalmente se distinguen los genitales con estructuras en forma de pinza que caracteriza a este sexo (Marín et al., 1995).



Figura 4. Insecto macho Fotografía: Jesús zurita


2.2 Tamaño del insecto.

El tamaño de los estados de desarrollo del insecto (huevecillo, ninfa y adulto) se presentan en el Cuadro 1.

( cuadro em pdf de archivo)

Fuente: Department of Agriculture Australian Goverment, 2012.

2.3 Temperatura y desarrollo

El rango óptimo de temperatura es de 21-27°C (Capinera, 2001; Munyaneza, 2010), temperatura arriba de 32°C es perjudicial para B. cockerelli porque reduce la puesta de huevos y la eclosión, 27 °C es la tempe- ratura óptima para el psílido (Cranshaw, 2001).

2.4 Biología.

Las ninfas de B. cockerelli toman normalmente una posición debajo de las hojas en las plantas donde el follaje es denso, pero unas cuantas pueden ser encontradas por el haz; su cuerpo es plano como escamas y su color verde dificulta observarlas; cuando están jóvenes se localizan cerca del sitio donde fueron depositados los huevecillos y permanecen inactivas durante los primeros instares. Este insecto generalmente deposita sus huevecillos por el envés y bordes de las hojas, pero si la incidencia es muy alta, también lo hace en las flores (Becerra, 1989 citado por SENASICA, 2009). Una hembra madura puede poner en promedio 500 huevos en un período de 21 días, aunque se tienen datos de que llegan a ovipositar hasta 1,500 en su ciclo de vida (Garzón, 2010).



Fuente. Zurita (2022)


2.5 Hospedantes.

Los hospedantes principales de B. cockerelli son de la familia de las solanáceas tanto cultivadas como silvestres (EPPO, 2012), entre ellas están las especies cultivadas más importante como papa (Solanum tuberosumL.), tomate (Solanum lycopersicumL.), chile (Capsicum annumL.), tomate de cáscara (Physalis ixocarpa), tabaco (Nicotiana tabacum), berenjena (Solanum melongenaL.) aguaymanto Physalis peruviana L.) , en las silvestres se encuentra el toloache común (Datura stramoniumL.), hierba mora (Solanum nigrumL.),chin chin(Azara microphylla),

3. DAÑOS CAUSADOS POR Bactericera cockerelli.

Existe una gran cantidad de referencias bibliográficas sobre los efectos ocasionados por B. cockerelli durante la alimentación en las plantas hospedantes y su posible transmisión de enfermedades; no está claro aún, qué enfermedades transmite el vector, sin embargo, se asocia a la punta morada de la papa, permanente del tomate, amarillamiento por psílidos, Zebra chip y por último fitoplasmas, por lo tanto se menciona que B. cockerelli causa daños directos sobre las plantas hospedantes como extracción de savia, inyección de toxinas por la alimentación de las ninfas (Carter 1939; Cranshaw 2007 citados por Rojas, 2010), y la secreción de mielecilla y en consecuencia el crecimiento de hongos (fumaginas) los cuales obstruyen el proceso de fotosíntesis (Nguyen 2001, Hodkinson 2009; citados por Rojas, 2010), sin embargo, la importancia de los daños indirectos se debe a la transmisión de procariotes y fitoplasmas (Garzón et al., 2005).

3.1 Directos.

Este daño lo causan solo las ninfas, debido a la inyección de toxinas, inducen síntomas en las hojas de las plantas de papa que se conoce como amarillamiento de la papa y que llega a causarle el manchado del tubérculo. En tomate, papa y chile los daños ocasionados por las ninfas pueden ma- tar a las plantas si se establecen en sus hojas antes de su floración. En las hojas colonizadas por las ninfas se ha encontrado una actividad anormal tipo hormonas. Las plantas se ven amarillentas y raquíticas, con merma de rendimiento y tubérculos pequeños, de poca calidad comercial. Si las nin- fas permanecen en la planta, también llegan a causar el manchado del tubérculo; no obstante, éste, como semilla, puede producir plantas normales si no fue infectado por el patógeno (Garzón, 2002).

i. Daños por amarillamiento causado por psílidos.

El amarillamiento causado por psílidos es una enfermedad sistémica infecta toda la planta de papa y otras solanáceas (Carter, 1939). Las plantas con síntomas de amarillamientos incluyen una reducción en el crecimiento, falta de vigor en el nuevo follaje, clorosis o enrojecimiento / color púrpura de las hojas, deformación basal de hojas, entrenudos acortados y engrosadas, linfáticos agrandados, tubérculos aé- reos, senescencia prematura y muerte de la planta (Pletsch, 1947; Citado por Butler y Trumble, 2012).

El amarillamiento marginal y el doblamiento hacia arriba o el enrollamiento de las hojas más jóvenes son de diagnóstico típico de los amarillamientos causados por psílidos. Los estudios histológicos de las plantas enfermas encontraron grandes depósitos de gránulos de almidón en la corteza y la médula de los tallos y pecíolos, así como en la necrosis del floema en los tallos, estolones y raíces (Eyer y Crawford, 1933; Eyer y Miller, 1938 citados por Butler y Trumble, 2012).

Otros estudios concluyen que se disminuyeron los contenidos de nitratos, clorofila y caroteno, y la disminución de los contenidos en almidón en los tubérculos de plantas enfermas por el amarillamiento de los psílidos (Eyer, 1937; Schaal, 1938; Carter, 1973; citador por Butler y Trumble, 2012). El amarillamiento causado por psílidos en plantas enfermas de papas y tomates demuestra disminucio- nes significativas en los rendimientos. Los tubérculos a partir de plantas de papa infectadas con amu- rallamientos son pequeños, deformes, flácidos, y tienen una piel áspera (Cranshaw, 1994). Estos tubér- culos a menudo han asociado con ellos varios efectos tales como germinación temprana, brotes débiles y las plantas significativamente menores (Cranshaw, 1994). En los tomates, los síntomas foliares son similares a los de las papas además del efecto sobre el tamaño y calidad de los frutos y el rendimiento puede reducirse significativamente debido al amarillamiento causado por los psílidos (Cranshaw, 1994), con pérdidas que alcanzan el 80% (Liu y Trumble, 2006).

En general, los estadios ninfales de B. cockerelli son la etapa del ciclo biológico que producen la enfer- medad causada por el amarillamiento, y parece que son inherentemente toxigénica (Cranshaw, 1994). Mediante pruebas repetidas (Richards et al., 1933), encontraron que las densidades tan altas de adultos de B. cockerelli por planta de papa, no lograron producir síntomas de amarillamientos. Aunque Daniels (1934) encontró que los adultos fueron capaces de producir síntomas de la enfermedad en plantas de to- mate para trasplante. Richards (1931) encontró que menos de 15 ninfas no indujeron síntomas uniformes de la enfermedad en las papas, pero con infestaciones mayores, los síntomas aparecen entre 4-6 días. Las plantas de papa pueden reanudar una apariencia normal y saludable si las ninfas son eliminadas 5-10 días después de la aparición de los primeros síntomas (Arslan et al., 1985). Para los tomates, las relaciones con respecto al número de ninfas por planta y el umbral de daño resultante puede variar entre los cultivares; sin embargo, van a aparecer síntomas de amarillamientos cuando al menos ocho ninfas se alimenten en plantas de tomate de dos semanas de edad (Liu y Trumble, 2006). Estudios adicionales (Liu et al., 2006) encontraron que los cultivares de tomate también exhiben diferentes potenciales de re- cuperación, y como una medida conservadora recomiendan tratar cultivares de tomate cuando el número de B. cockerelli sea de 10 ninfas por planta por un período de cinco días. A través de injertos con papas, los amarillamientos pueden causar efectos similares en plantas de papas sanas; sin embargo, los injertos sucesivos dan lugar a una recuperación gradual de la planta (Cranshaw, 1994), lo que sugiere que un microorganismo patógeno no está involucrado con tales amarillamientos y apoya la hipótesis de la toxina. Quizás la demostración práctica más contundente ocurre cuando en un cultivo de papa se controlan las poblaciones de B. cockerelli que son la fuente primaria de la toxina, existe una remisión de los efectos causados por la saliva toxinífera.

3.2. Indirectos.

Se ha relacionado a B. cockerelli con las enfermedades:

ii. Punta morada de la papa.


Los síntomas de la enfermedad conocida como punta morada de la papa (PMP) en México son similare Zebra chip en los Estados Unidos y han sido reportados en diferentes países como: México (Rubio et al., 2006), Nueva Zelanda (Liefting et al., 2008), el noroeste de los Estados Unidos y en Centroamérica (Munyaneza et al., 2007; Munyaneza et al., 2008; Secor et al., 2009). Los síntomas de la PMP se carac- terizan por un achaparramiento de la planta, abultamiento del tallo en los lugares de inserción de las hojas, formación de tubérculos aéreos y las hojas superiores tienden a adquirir una coloración morada en algunas variedades. Los tubérculos provenientes de plantas con síntomas de PMP desarrollan un pardeamiento interno y generalmente no brotan, o si lo hacen, sus brotes son muy delgados o ahilados (Rubio et al., 2011).



Figura 5. Punta morada fotografía, Jesús Zurita (2022)


3.3 Zebra chip


Figura 6. Rayado de la papa (Zebra chip). Fotografía: https;//gd.eppo.int.


Varios autores mencionan en diversos reportes que los síntomas asociados con la enfermedad conocida como Zebra chip fue documentada por primera vez en culti- vos de papa cerca de Saltillo, México, en 1994 (Secor y Rivera-Varas, 2004; Munyaneza et al., 2007a), aunque son solo suposiciones dado que la verificación precisa de Zebra chip y su asociación con Ca. Liberibacter so- lanacearum se realizó hasta 2009 (Hansen et al., 2008). Las papas afectadas por la enfermedad presentaban los siguientes síntomas en la parte aérea: el retraso del crecimiento, clorosis, entrenudos hinchados, proli- feración de yemas axilares, tubérculos aéreos, pardeamiento del sistema vascular, hoja quebradiza, y la muerte prematura de la planta (Munyaneza et al., 2007b). Los síntomas de los tubérculos infectados se muestran a través de todo el tubérculo desde el extremo del tallo hasta el final del brote e incluyen len- ticelas del tallo subterráneo agrandado, estolones colapsados, lesiones del anillo vascular color marrón, moteado necrótico de los tejidos internos (Munyaneza et al., 2007a). Las papas que se procesan a partir de tubérculos infectados presentan vetas de color marrón oscuro intenso, de ahí el nombre Zebra chip, lo que provoca el rechazo de papas para el mercado en fresco y para fritura (Munyaneza et al., 2007a). Los cambios de color son más evidentes después de freír, pero a menudo pueden ser detectados en tubér- culos frescos (Fig. 10). Además, los tubérculos infectados por la enfermedad brotan significativamente menos que los tubérculos libres de la enfermedad o simplemente no brotan en absoluto; si brotan, se producen plantas débiles que disminuyen significativamente la supervivencia (Henne et al., 2010; Mun- yaneza et al., 2007a). Además, los efectos fisiológicos de la infección de Zebra chip en los tubérculos de papa incluyen el aumento en forma significativa de los niveles de tirosina, compuestos fenólicos, el ácido salicílico y la fuga de iones, así como el contenido mineral alterado en los tubérculos afectados en comparación con los tubérculos sanos (Navarre et al, 2009;. Miles et al., 2009, 2010). En los Estados Unidos de América Zebra chip fue identificada por primera vez en los campos comerciales del Valle del Río Grande en Texas en 2000 y desde entonces ha sido registrado en Arizona, California, Colorado, Kansas, Nebraska, Nevada y Nuevo México (Secor y Rivera-Varas, 2004; Munyaneza et al., 2007a). En el cultivo de papa durante 2004 a 2006, las pérdidas económicas debidas a Zebra chip tanto para los productores de papa y procesadores en numerosos lugares en los EE.UU. y México a menudo condujeron al abandono de los cultivos resultando en pérdidas que excedían a varios millones de dólares (Munyaneza et al., 2007a). Solo en Texas, esta enfermedad ha sido responsable de una reducción de la superficie cultivada de papa en un 20%, y se estima que sea el responsable de pérdidas de 25 millones durante los brotes epidémicos de 2004-2006 (Wen et al., 2009). La enfermedad también se ha docu- mentado en los campos de papa en Guatemala y Honduras con la incidencia de hasta el 80% de pérdidas totales de campo a causa de los tubérculos no comercializables (Secor y Rivera-Varas, 2004; Crosslin et al, 2010).

4. ESTRATEGIAS DE MANEJO.

Las estrategias de manejo dirigidas contra el psílido B. Cockerelli son los únicos medios efectivos para manejar los problemas fitosanitarios que se generan en los cultivos de solanáceas, sin embargo, las fuertes pérdidas económicas que ha causado la plaga, ocasionan que en la mayoría de los casos el control esté basado en su totalidad en el control químico haciendo un lado la posibilidad de comple- mentar con estrategias de control biológico donde se ha demostrado que son una buena opción de control complementaria.

4.1 Detección y monitoreo.

El monitoreo de las poblaciones del psílido de la papa y el tomate sirve para determinar su presencia y conocer la estructura de sus poblaciones; es decir, cuál es la proporción relativa de sus diferentes estados biológicos y si están presentes en una densidad de población que requiera llevar a cabo alguna acción de manejo, ya sea a nivel regional o de unidad de producción. El monitoreo es un valioso auxiliar para determinar el inicio del proceso de inmigración al cultivo y para determinar la eficacia de las tácticas de manejo que se estén utilizando. En general para el caso de los insectos vectores de enfermedades de los cultivos de solanáceas es importante prevenir la transmisión mediante este enfoque preventivo.


Figura 7. Monitoreo y prospección Fotografía: Jesús zurita(2022)


Muestreo de foliolos.

El muestreo se realiza dos veces por semana, se deben realizar en las orillas y en el centro del cultivo, diez hojas por sitio de muestreo, las hojas a revisar deben ser de la parte media a baja de la planta y las que estén menos expuestas los adultos y ninfas prefieren estas zonas, la revisión debe ser minuciosa apoyándose con lupas, el muestreo es el sistema más adecuado para el monitoreo de las poblaciones de estados inmaduros (huevos y ninfas). Crespo (2012) investigó tamaños de muestra en tomate de cáscara y propuso metodologías para asegurar tamaños de muestra y metodologías robustas en función de la región agrícola que se trate. En los Estados Unidos el Dr. John Trumble ha desarrollado ensayos para recomendar tamaños de muestra en función del estado de desarrollo de B. cockerelli; en Nueva Zelanda también se han generado metodologías de muestreo fundamentadas en esquemas de muestreo secuen- cial, debido al carácter cuarentenario en que se clasifica.


Figura 8. Foliolos: Jesús zurita (2022)


Muestreo con red entomológica.

El muestreo con red de golpeo o entomológica (Fig. 16), es la mejor herramienta para determinar la inci- dencia de insectos adultos dentro del cultivo. Debe de realizarse desde que aparece el follaje del cultivo. Realizando dos muestreos por semana. El muestreo debe de realizarse en las orillas y en el centro de la tabla para determinar la invasión de la plaga. Con veinte redazos o golpes por sitio de muestreo son suficientes para determinar la incidencia de la plaga.


Figura 9. Muestreo con red entomológica Fotografía: Dr. Rafael Bujanos.


Trampas amarillas.

Las trampas amarillas son efectivas para detectar pobla- ciones inmigrantes de insectos al cultivo y deben de colo- carse desde el inicio del cultivo, se recomienda el empleo de trampas rectangulares de 48 pulgadas2 (Garzón et al, 2007). Las más efectivas paracapturar insectos vectores son las de color amarillo.


Figura 10. Trampas de cartón Fotografía: Jesús zurita


4.2 Control químico.

El comité de acción sobre la resistencia a los insecticidas (IRAC, por sus siglas en inglés) ha desarrollado una clasificación de los insecticidas según el modo de acción (MoA) y promueve su uso como una de las bases más efectivas y sustentables del manejo de la resistencia a insecticidas (MRI) (IRAC, 2015). Así, esta clasificación provee a los productores agrícolas, técnicos y a todos los profesionales del sector con una guía amigable para la selección de insecticidas y/o acaricidas en los programas del MRI. Cuando se incrementa la resistencia de un insecto-plaga a los insecticidas, no solamente tiene un com- portamiento ineficaz el producto en cuestión, sino que también puede conferir resistencia cruzada hacia otros compuestos químicos relacionados. Esto es porque los compuestos dentro de un mismo grupo químico comúnmente comparten un MoA común. La resistencia se desarrolla comúnmente por una mo- dificación genética del sitio de acción. Cuando esto sucede, la interacción del compuesto con el sitio de acción objetivo se reduce y el producto pierde su eficacia como plaguicida. Debido a que todos los com- puestos dentro del mismo grupo químico comparten un MoA común, hay un riesgo alto que la resistencia que se ha desarrollado sea conferida automáticamente por resistencia cruzada a todos los compuestos en el mismo grupo. Mediante la selección de secuencias adecuadas de insecticidas con grupos de diferentes MoA, puede desarrollarse un programa efectivo del MRI. Esta estrategia efectiva ayuda a conservar la utilidad y diversidad de insecticidas para el control del insecto-plaga. En el presente trabajo se detalla el modo de acción de los insecticidas disponibles para el control del pulgón saltador, entre los que destacan: los insecticidas que actúan sobre el sistema nervioso; los productos que intervienen con la metamorfosis; los que inhiben la síntesis de la cutícula; y los insecticidas que inhiben procesos metabólicos. Adicionalmente se propone el cuadro básico de recomendación de insecticidas para el control químico de insectos vectores de enfemedades virales y bacterias no cultivables del chile en México. El caso del pulgón saltador B. cockerelli; es un avance de la investigación que sobre esta táctica se ha desarrollado hasta el presente por diversas instituciones de investigación y académicas, y la experiencia de técnicos y productores agrícolas.

Bactericera cockerelli Peru
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Figura 11. Control químico: Jesús zurita(2022)


5. Acciones integradas

Para reducir los niveles de infestación y evitar la dispersión del insecto vector “Bactericera cockerelli”) el SENASA viene capacitando a productores en la adopción de acciones del manejo integrado de la plaga, como el uso de semilla certificada, prácticas de control cultural – mecánico como deshierbos; abonamiento, fertilización y uso de plaguicidas recomendados a partir de la implementación de parcelas demostrativas con supervisión de ensayos de eficacia. Por otro lado, se viene gestionando la introducción de organismos benéficos para el control biológico del psílido de la papa. Tal es el caso del enemigo natural Tamarixia triozae, el cual ha demostrado, en otros países como México, más de un 80% eficacia en el control de este insecto. EL SENASA viene trabajando de manera articulada con el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), el Centro Internacional de la papa (CIP), el Gobierno regional de Piura, Municipalidad Provincial de Huancabamba en una mesa técnica de trabajo para contar con un diagnóstico integrado que precise las causas que vienen originando la falta de formación del tubérculo de papa. Desde el año 2019, que se detectó esta plaga en Ecuador, el SENASA intensificó se red de monitoreo oficial, a través de red oficial de trampeo; las mismas que incrementan su sensibilidad cada año. El SENASA recomienda a todos los productores a tomar en consideración y dar cumplimiento a las siguientes medidas fitosanitarias:

· No ingresar al país, plantas o partes de ellas sin contar con los permisos y certificaciones oficiales; Obtener material vegetal de propagación (semillas y plántulas) certificado; Realizar monitoreo de sus cultivos para detectar de manera temprana la ocurrencia de plagas y notificar a la oficina del SENASA más cercana; Si van a establecer nuevos cultivos de producción de solanáceas, preferiblemente hacerlo en lugares alejados de sitios con presencial actual de la plaga; Eliminar malezas y todo material que sirva para el mantenimiento de la plaga; Dar un manejo agronómico adecuado a sus cultivos mediante planes de abonamientos y fertilizaciones.

6. CONCLUSIONES

La presente investigación se realizó con el fin de dar un alcance a la población sobre el insecto Bactericera cockerelli. Mediante la investigación se tomaron datos insitu para la veracidad y credibilidad. Lo que se piensa es que el trabajo técnico tiene que ir más de la mano con la práctica en campo.

7. RECOMENDACIONES

Se recomienda realizar más estudios relacionados a Bactericera cockerelli. Exhorto a los investigadores a sumar esfuerzos mutuos para obtener un manejo integrado. El trabajo intelectual tiene que ir de la mano con la realidad de los caserios y comunidades de Huancabamba.


8. BIBLIOGRAFIA

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